martes, 21 de enero de 2020

Preguntas apaciguadoras para “apagar el incendio del antihéroe”

Amistades enemistadas, reuniones fuera de control, amores heridos … y, son muchas más las consecuencias que se derivan tanto para una persona que se deja llevar por un estado de ánimo enojado como para un individuo de personalidad caracterizada por el mal manejo del conflicto ante terceros.
En particular, quiero orientar las ideas de este artículo a la metodología de las preguntas, como también el análisis de lo que presento como la psicología del enojo tras esas preguntas, y lo hago a través del descubrimiento de los principios del enojo, y que arroje por resultado todo lo que se puede aprender de la respuesta a la interrogante siguiente:

En la psicología (y particularmente en el coaching) se aprende la importancia del manejo de preguntas, bajo el enfoque de que las preguntas adecuadas generan respuestas adecuadas, y esto redunda en un comportamiento adecuado al enfocar la situación bajo una lupa más adecuada al problema tratado; es por lo que me dediqué a reflexionar y analizar sobre ello, y que ahora expongo en esta publicación con tips que considero inéditos y muy útiles psicológicamente hablando.
El punto es que se puede procurar solucionar conflictos recurriendo a preguntas que puedan desviar la atención a otro foco por medio de la respuesta recibida. Y, no es exponente de inteligencia emocional el “contraatacar” a un enojado emulando su estado de alteración, porque si fuera ese el caso, es obvio que no se va por un sendero de soluciones sino de conflictividad.
Si quieres vencer al antihéroe, te recomiendo no usar sus mismas armas que lo hacen impopular y rechazado; pero, ¿cuál antihéroe?. Sé fiel a la lectura hasta el final, y lo entenderás.


1- ¿Por qué me tratas así?.
2- ¿Era necesaria esa reacción?.
3- ¿Estás seguro de que tienes toda la información de este caso como para actuar así?.

Las anteriores son preguntas pensadas con la intención de apaciguar “ánimos incendiados” o que permitan recordar el necesario respeto y amabilidad que no se deben dejar de lado por un “ánimo incendiado” .
La mayoría de los recursos argumentativos en forma de preguntas van destinados a visualizar cómo contrarrestar el enojo por el rechazo a tus argumentos, pero, te pueden ser igualmente válidos para vencer cualquier situación (emocional, conductual o espiritual) que genere enojo.
Veo las preguntas 1 y 2 como una invitación a rescatar el respeto que ha sido mancillado por el enojo. El respeto es la principal víctima que se mata con el enojo. Cualquier enfoque o técnica de Desarrollo Personal debe procurar el afianzamiento (o rescate) de los valores humanos básicos para una óptima interacción. O sea este primer ítem busca por su parte responder a la pregunta ¿cuál valor ético se está afectando con un comportamiento reprobable? porque la condición de reprobable se origina por precisamente ignorar algún valor ético (mayormente el respeto).
En el caso de la pregunta 3, es para abordar la recurrente situación donde se actúa sin contar con toda la información que se necesita para tomar una decisión adecuada. Muchos conflictos y discusiones en tu trabajo y familia se suscitan por este factor de desinformación.
Dejando hablar a mi experiencia personal, les digo que conozco el enojo, y el conflicto, como también sus consecuencias, tanto en mí como en otras personas que actúan enojadas. Se trata de consecuencias desagradables, destructivas y desintegradoras de la armonía de cualquier ambiente, a quien le permita su entrada; por eso me dediqué a investigar este tema, sobre el cual produje la abundante información que te regalo aquí.
Todo quien le coquetee a los principios del enojo será su víctima, pero, ¿cuáles principios?. ¡Tranquilo! Aquí los reconocerás para evitarlos. Por los momentos, volvamos a las preguntas, en los párrafos siguientes.
Si recurro al discurso literario, diría que toda palabra amable es figurativamente una “obra maestra” de la inteligencia emocional, y toda palabra hostil, ofensiva, despectiva es una “obra maestra” de la insensatez. Por mi parte, prefiero identificarme con todo parlamento cuya oda tenga como resultados el respeto y la amabilidad, por eso estudio esas palabras, acciones y actitudes que me lleven a esos resultados, cuya práctica y enunciación deriva en estrategias, arte o filosofía.

4.- ¿No te parece algo exagerada tu actitud?.

Sucede que puede resultar grotesca la “actitud” conflictiva del que se deja arrastrar por el enojo. De repente se le ve gritar o arrojar cosas, como nunca antes lo había hecho, incluso, puede derivar en actitudes de agresividad y exclamas: ¡Dios Santo, no le conocía esas reacciones!. Tal es la mala impresión que se transmite.
Entonces, en la pregunta 4 se procura hacer notoria esa exageración en el reclamo que lo convirtió en inadecuado o inapropiado; y, veo importante puntualizar que lo negativo está en la actitud no en el punto de vista que expone, ni en la naturaleza de la persona misma.
Observa que así como la amabilidad es una actitud, lo mismo aplica al enojo: es la manera como “decides” desenvolverte. Como en cualquier análisis de psicología, recurro a la conceptualización diferenciando grupos por conductas que permite enunciar tipologías, por eso puedo distinguir entre una actitud amable con su opuesto en una actitud hostil, y no veo ventajas en pertenecer al segundo grupo, ni mucho menos alcanzo a entender a quienes les resulta indiferente (o morbosamente agradable) actuar con actitud hostil, a quienes no sólo debo aprender a tolerar sino a no verlos con lástima por su pobreza emocional y espiritual.
Moraleja importante: Hay que aprender a diferenciar entre lo que representa un estado de descontrol emocional y la persona en sí misma, para rechazar al estado emocional y no a la persona, que en condiciones normales, debe ser otro tipo de persona.

5.- ¿No crees que deberías calmarte algo, para que sigamos adelante?.

Aunque la pregunta 5 tiene la intención original de ventilar la necesidad de calma, en algunas personas puede ser el detonante de más enojo debido a su soberbia natural, o, que podría desatar emociones de soberbia insospechadas en el enojado.
Una persona enojada ha perdido la calma. No debemos permitir que robe nuestra calma, y, es parte del propósito de este post.
6.- ¿Es esa actitud tu mejor manera de presentar tu argumento, o de reaccionar ante este evento? ¿Por qué no muestras otra mejor manera?

Acá no se está en contra del argumento ni del sujeto, sino de la actitud, y es lo que una y otra vez trato de ilustrar con cada ejemplo de pregunta, que dicho sea de paso, y aclarada la intención tras su redacción, el lector puede hacer ejercicio de imaginación y formular otras semejantes o mejores.
Obsérvese que la redacción de la pregunta, presupone que hay otra mejor manera, a la cual se apela para mejorar la relación. Si apelas a lo mejor de la persona, por ejemplo amabilidad y respeto, eso obtendrás de alguna forma; y lo opuesto también es válido, apelando a su lado negativo (enojo y conflictividad) eso obtendrás.


Por eso: somos responsables no sólo de nuestras actitudes, sino también de las reacciones que recibimos de los demás. Somos mente: Nuestros comportamientos son producto de nuestros pensamientos, que determinan la calidad de nuestra comunicación (verbal y no verbal) por eso somos responsables de nuestros estados emocionales.
No dudo que estas cosas que escribo, parezcan fútiles a cierto grupo de lectores, que serían aquellos soberbios que siempre se creen dueños de la razón y que ven en cada conflicto una oportunidad para ejercitar sus “habilidades” de enfrentamientos, cual gladiadores dispuestos a derrotar sus oponentes. A los tales recuerdo que la naturaleza humana es propensa al respeto y la amabilidad, por tanto su condición natural es la aceptación social a las personas amables y respetuosa, y el rechazo a quienes subestiman la importancia de esos dos valores, de manera que es oportuno sugerir un cambio de enfoque y que se ejerciten en otro tipo de habilidades que les permita desarrollar una comunicación (verbal y gestual) de respeto y amabilidad y les aseguro que su aceptación social se verá afectada positivamente.

7.- ¿No te parece que ya fue suficiente?.
8.- ¿Dijiste todo lo que tenías que decir?.


Las preguntas 7 y 8 son redactadas con la intención que la persona desahogue su enojo, pero, en la pregunta se sugiere que todo tiene un límite. Es decir, se reconoce, se respeta, incluso se tolera la actitud pese a su naturaleza reprobable, que por cierto exige de mucha paciencia y tolerancia, pero, hasta cierto límite que rebasarlo no dará resultados favorables.
Es decir, controlar la situación de alguien alterado, debe contemplar una estrategia que lo calme, no que lo ahogue, y significa permitir que exprese lo que le angustia.

En el esmero de ilustrar reflexivamente la consecuencia social del descontrol del enojo, lo traduzco en un resultado de vergüenza, de bochorno. Porque muchas personas una vez superado su estado emocional de enojo experimentan esa sensación de vergüenza por reconocer que han actuado inapropiadamente, incluso causando heridas emocionales en seres cercanos, por lo que llegan incluso al estado memorable de pedir unas disculpas que no deben ser negadas. No obstante, como suele decirse “toda regla tiene se excepción” es decir no falta el individuo que no se siente arrepentido o culpable por sus acciones desbocadas, simplemente porque han perdido la noción de vergüenza: una notoria pérdida de valores, de lo que hablo más abajo.

9.- ¿Sabías que tu punto de vista, indiscutiblemente interesante, podría malinterpretarse con esa manera de expresarlo?. En otros términos, ¿es necesaria esa reacción para poder exponer tu punto de vista?.

En el ítem 9 se apela a la buscar la congruencia entre el mensaje y la actitud. Es muy posible que producto de la ofuscación no se aprecie esa incongruencia y por tanto la pregunta 9 se alza como faro reflexivo.
La actitud de descontrol emocional lo visualizo como el FRANSKESTEIN conductual y que da una imagen deformada de tu persona, de tus argumentos, de tu verdadera naturaleza humana. Falta de paz, calma y moderación representan actitudes que expresan incongruencia respecto a VALORES aceptados universalmente.
Considero que son los valores el árbitro entre mensaje y actitud, considerando a los valores como principios sociales primigenios. Porque exceder las fronteras de los valores básicos (respeto, amabilidad, honestidad, compromiso, etc) coloca a esa persona en el terreno de la actitud que calza con mi definición de conflictiva. El respeto (armonía) o irrespeto (conflicto) a los valores definen una tipología de actitud muy específica y que nos orientan en el dictamen de congruencia o incongruencia entre mensaje y actitud. Te recomiendo que no asumas el indeseable rol de verdugo de los valores básicos de la convivencia humana: ¡consejo de amigo bloguero!.
Independientemente de si deseas ser soberbio, es la congruencia la actitud que privilegia la psicología actual por la cada vez mayor aceptación de los postulados de PNL. Actitud conflictiva te dibujará incongruente a tus intentos de querer encajar en un grupo social donde lo normal es lo contrario, es decir, una acción respetuosa y tolerante que te haga aceptable.


Los valores humanos son evolución social. Se llega a ellos producto de la dialéctica de la historia, superando las contradicciones humanas que pone en la punta de iceberg los derechos humanos fundamentales cuyo valor trascendió al verse los efectos de su violación por personajes despreciadores de los derechos humanos.
Ser incongruente es irrespetar los valores humanos universalmente aceptados como fundamentales y necesarios; por ende, es involucionar, es retroceder, y por tanto deja rechazo por ¡amargo fruto!.

10.- ¿Es esa la actitud que podemos esperar de un profesional?.

Acá se apela al orgullo profesional que queda manchado por una conducta reprobable. En este siglo de la sociedad de la información, el conocimiento es el santo grial mejor valorado y mejor cotizado, por ello poseer acreditación profesional tiene un valor incalculable, y, por tal motivo, “deberían” ser los profesionales los que deberían ser los mejores exponentes de actitud destacada.
Aunque siendo sincero, es precisamente la soberbia profesional la que hace actuar a algunas personas con desconsideración y descortesía. Créanme que esa circunstancia es paradójica y lamentablemente muy recurrente; y son por cierto esos “profesionales enfermos de soberbia” los más difíciles de tolerar y con quienes verás más propicia la aplicación de todo lo que escribo acá, porque precisamente de mi praxis con ese tipo de profesional aprendí buena parte de mi conocimiento de este tema. Increíblemente, esto me hace estar en deuda con ellos, y creo que mi paga es este artículo.

11.- ¿No te parece muy elevado tu tono de voz? ¿No te parece algo subido de tono tu reclamo?.

En la pregunta 11 se ataca los elementos que hablan de una persona enojada, en ese caso, es el tono de voz. También los gestos pueden delatar un ánimo alterado, en este caso se puede probar con una pregunta de semejante formulación a la 6, o sea algo así: ¿no te parecen desproporcionados esos gestos para decir tu idea o hacer tu reclamo?.
Reclamar tu derecho no implica hacerlo con palabras y gestos fuera de control, porque estarías entonces agrediendo los derechos del otro.
En este artículo he procurado sustentar las preguntas sobre lo que se acepta como característico de la naturaleza humana. En este caso, es característica general el querer sobresalir, destacar, figurar, porque es condición necesaria para tener las condiciones más ventajosas en la competencia por los empleos mejor remunerados y por la “conquista” de la pareja que mejor garantice la continuidad generacional. Pero, eso jamás debería asociarse a grotescos y despectivos comportamientos por emociones desbocadas, que se malinterpreta sean clave en la “lucha” por el ascenso social y el éxito de pareja; lo anterior lo afirmo porque he conocido personas que realmente están convencidas que sus personalidades conflictivas le garantizan éxitos, y de hecho, es lo que decodifica el cerebro de personajes oscuros de la historia al estudiar sus negativas biografías.
Para dar término al argumento del párrafo anterior, un tono de voz elevado, alterado, ofensivo, y además acompañado de gestos sobresaltados, no es necesariamente la mejor manera de lograr sobresalir socialmente. Pero queda claro que en aras de garantizar actitudes para destacar sobre los demás, es necesario conocer tips y estrategias proactivas, y veo como “consejos prácticos” la lectura y aplicación de todo lo que comparto acá.

12.- ¿Estás seguro de que obtendrás nuestro apoyo actuando así?. ¿o es que no valoras el apoyo que recibirías de nosotros?.

Acá se trata que el individuo reflexione sobre el valor del apoyo del grupo que puede verse afectado por una actitud inapropiada, por la irreflexión del enojo.
En un estado de enojo se pierde por instantes la visión de la percepción que el otro hace de la reacción enojada, o incluso puede ser producto de que el enojado subestima tal circunstancia.


La anterior aseveración, me obliga ahora a hacer un paréntesis para cambiar el rumbo argumentativo de este artículo, y direccionarlo hacia otra línea de ideas, donde me explayo en la disección de lo que se esconde tras la actitud del enojo, para que su revelación además de generar reflexión conduzca a asumir la decisión de rechazar esa actitud tan nefasta… que conceptualizo bajo la metáfora de ANTIHÉROE y que explico seguidamente.


A este nivel de análisis, se da por sentado que una persona puede hablar y actuar inapropiadamente bajo la influencia de un estado de ánimo incendiado por la chispa de enojos o malos humores; y, he aquí algunos elementos que destaco como descriptivos del mismo.
Primeramente, un estado de ánimo alterado actúa con ofuscación cegando la percepción de la persona; puede incluso anular la calma y dar paso a reacciones explosivas, que puede degradarse incluso al nivel de la vía de golpes, y, no son pocos los decesos que tuvieron su génesis en un enojo descontrolado por situaciones previas de celos, amarguras o sentimientos semejantes… esta es la “situación extrema” que se debe evitar pero que comienza como un fueguito y termina en un incendio (de allí el uso de la metáfora del incendio).


La conflictividad nunca arroja resultados favorables. La historia universal expone que la paz y su preservación es lo que permite el desarrollo normal de los pueblos, y la paz se rompe con la irrupción de personajes con actitudes de enojo. El diálogo es el arma diplomática, y las preguntas son un excelente complemento diplomático.
El enojo, la conflictividad y conductas semejantes son el polo opuesto de la paz espiritual y emocional. Ambos polos (enojo y paz) son “ENERGÍAS” que determinan el comportamiento… energías incendiarias, destructivas o creativas, respectivamente.
Los seres humanos somos propensos a las historias, es un remanente de nuestro estado de niño (psicoanálisis). Y en consecuencia aprendemos a odiar al personaje malvado y a amar al héroe. Al malvado se le asocia con la figura del antihéroe, y en el mundo de las emociones el enojo y la conflictividad incendiaria que genera, se puede decir que calza perfectamente con la metáfora de antihéroe, y todo lo escrito precedente hace intelegible las razones de esa aseveración tan …. ¡original! a los efectos de ser aplicada como ANCLA que rebata la actitud de enojo. Debo manifestar que soy muy propenso al uso de metáforas como la descrita, por la efectividad nemotécnica en tratamiento conductual.
Un argumento expresado con enojo, es dar rienda suelta al ego, porque en esa situación mezclas el argumento (o la acción) con tu ego. Estarías inflando de ego tu argumento y te cierras a la idea del rechazo a tu idea; te escandaliza o perturba el rechazo. Tal vez te haga asumir una posición reflexiva, que no deberías olvidar, incluso repetir su mensaje, que se expone en la imagen siguiente:


La anterior imagen contiene un mensaje expresado de una manera que considero muy sencilla, breve y didáctica , y pienso que con cierto contenido visualmente emotivo: fue con una doble intención, la verbal (literaria y psicológicamente hablando) y la pictórica (impactante) . Y, para mí, al apreciar esa imagen, y pensar en el efecto tan nefasto del descontrol emocional del enojo, me crea el desafío de enfrentar situaciones conflictivas de la manera más proactiva, porque aunque no estoy exento de reaccionar con enojo, si puedo hacer una excepción a los principios que lo fundamentan y que he esbozado en este tema; enfatizo, es privilegiar una actitud proactiva que derrote una indeseable actitud reactiva.
He llegado a pensar que así como el enojo es principio de conflictos, también se suscita si cumples ciertos principios, … algo así como un decálogo para adquirir enojo: “tal como lo lees” entonces además de todo lo expuesto, full principios para un seguro enojo, te expongo dos ítems sinópticos para recordar:

1.- El argumento enojado, puede ser expresión de baja autoestima, de falta de confianza, de dudas: si impregnas con esos ingredientes a tus argumentos, obviamente los arrastras al inevitable fracaso… principios de enojo seguro… recházalos y estarás diciendo ¡NO AL ENOJO!
2.- El enojo es olvidar que tu argumento es válido para ti, pero puede no serlo para los demás, entonces, es tema de aprender a aceptar la opinión del otro; a ceder porque no siempre se tiene la razón… también principios de enojo seguro… recházalos y estarás diciendo ¡NO AL ENOJO!

Puntualizando: Si te conectas a los principios espirituales de paz, eso obtendrás. De manera que si te conectas a los principios que fundamentan el enojo, al conflicto, eso obtendrás.
Entonces, si no deseas ser visto como el antihéroe en cualquiera de los escenarios donde te desenvuelvas, sea tu familia, negocio, iglesia, escuela o vecindario, el asunto se resume según este simple principio abajo ilustrado:


Los últimos dos párrafos sugieren que tal como el amor, la paz, y todo sentimiento semejante es principio de todo lo bueno, también el enojo es principio de malos resultados, y a la vez, el enojo tiene principios que “si los cumples” serás un excelente prototipo de persona enojada, ¿te gusta ser ese prototipo?, si la respuesta es NO, considera entonces los atributos acá expuestos al final, que son los que convierten al enojo en un antihéroe incendiario, y con incendiario quiero destacar que tiene el potencial destructivo más inimaginable y que deseo que evites como resultado de leer, reflexionar y aplicar los ítems y tips que he legado en esta extensa exposición.
Concluyo finalmente esta prolífica exposición con una imagen que resume mi Decálogo de los principios generadores del enojo, que si los violas o incumples puedes alcanzar paz y mayor aceptación social, y que provienen de una sinopsis conceptual de mis planteamientos anteriores; tales son:


Autor: Angel Paz


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